Muchas cosas han ocurrido desde que no escribo en el blog. Ha sido tanto el sufrimiento, tan horrible la espera, tan tediosa la incertidumbre, tan amargo el dolor, que era incapaz de volcar aquí lo que sentía... Hoy, o más bien, desde el pasado 2 de julio, todo eso desapareció y una verdadera sonrisa volvía a aparecer en mi cara y en mi alma, con el añadido de que parecía que alguien comenzaba a instalarse en mi vida... Pero ¡oh, sorpresa! Las detestadas lágrimas tristes de amor han vuelto a brotar de mis ojos... Y yo me pregunto... ¿Hasta cuando he dejar pasar el tiempo? Ese interesante tiempo que te hace controlar la noción del Tiempo...
Os dejo un texto que hoy, rota de nueva por el dolor, me reconfortaba, en cierta manera...
"Soy el que ahora desea con ansias amar, para que cuando el amor surja, el deseo fluya suave y su intensidad sea proporcional a las ganas que lo crearon. Soy el chico cariñoso y atento que busca a quién mimar y a quién atender, con locura pero con respeto. Soy mi poesía engastada en mi palabra, para … que al leerla seduzca a la persona adecuada. Soy complejidad creciente por lo que no admito cerca de mi, a la mediocridad menguante. Soy el herido de muerte en la batalla del amor, pero que conserva el último aliento con la esperanza de encontrar a mi alma gemela, dando para ello lo mejor de mi, sabiendo como sé que en la guerra de la vida, uno termina por morir, con o sin amor. Así que soy el que quiere ser polvo enamorado para la eternidad. Soy sin ser, cuando digo lo que soy, porque sólo uno es cuando se refleja en el ser de los demás. ¿Acaso serán tus ojos mi más preciado reflejo? "
