sábado, 3 de septiembre de 2011

Definitivamente, no se me dan bien los juegos de azar

¿Qué es él para ti ahora mismo?
Me preguntaba un amigo.
Una apuesta en la que me arriesgué a jugar a todo o nada y he vuelto a perder
Esa fue mi respuesta inmediata, sin meditar, pero que, cada día, él mismo se encarga de demostrarme que es de las afirmaciones más acertadas que he realizado en mi vida...

Vuelvo a perder en el Juego del Amor. Supongo que esto también forma parte de la Vida Vivida...

domingo, 3 de julio de 2011

Cuestión de horas

Es cuestión de horas que acabes tu carrera universitaria. Es cuestión de horas que seas, a todos los efectos, ingeniero. INGENIERO... Tú, Mi Chico, la mitad que me faltaba y gracias a la que fui una persona completa y mi vida empezó a tomar forma, tener sentido y almacenarse en el disco duro.

Para mí, igual que para cualquiera en mi circunstancia, es un orgullo, un honor, una felicidad difícil de explicar y fácil de sentir y de vivir. Pero nosotros no somos como los demás. Eres la última chispa que tuvo que producirse para que a ese resquicio de mi corazón que aún no palpitaba, le insuflaras la vida que merecía.

Prueba de ello es que pese a que yo fui traída al mundo antes, tú has conseguido las cosas siempre antes. Aunuqe sólo sea por unos meses, pero ha sido así. Empezaste a ganr dinero antes que yo, tuviste el carnet de conducir y un coche antes que yo y... has terminado tu carrera universitaria antes que yo. No quiero que veas en mis palabras envidia o rencor. Al contrario. Para mí es una señal clara que es sólo cuestión de meses que yo sea universitaria.

La vida es así de caprichosa a veces. ¡Pero me gusta tanto que tengamos nuestra propia Vida Vivida así, de esta forma! Es tan sólo una muestra más de que no estoy loca cuando digo que comencé plenamente a vivir en diciembre de 1985 y no en junio de 1982, como todos creen.

Gracias, HERMANO, por darme vía libre para poder acabar mi carrera. Siento en mi interior que es tan sólo cuestión de meses. Cuando termines de leer tu proyecto el próximo martes, el 5-VII-2011, me emocionaré, cual hermana mayor normal y corriente. Pero... tú y yo sabemos que... es CUESTIÓN DE HORAS que todo cambie para que la historia de nuestra vida siga igual. Te quiero.

martes, 17 de mayo de 2011

A los Diecisiete Vientos

¿Sabes? Hoy me han dado ganas de gritarlo a los Cuatro Vientos
Comenté tímidamente.
¿El qué?
Me preguntó él.
Lo grande que es lo que siento por ti
Tras un breve silencio, lleno de energía, me dijo...

A los Cuatro Vientos,no... ¡¡GRÍTALO A LOS DIECISIETE VIENTOS!!


Pasó la mala racha de los complejos... Palabras, ejemplos, comprensión mutua y amor, mucho amor, pusieron cada cosa en su sitio. Gracias, Vida Mía, por aceptarme tal y como soy, por ayudarme, aunque al principio no lo hicieras de la forma más adecuada.

Gracias por ir, poco a poco, terminando de sanar mis heridas, tan, tan despacio y con tanto esmero, que algunas cicatrices parece que casi se han borrado.


Sabes que es más que probable que gran parte de mis miedos estén causados, además de por el dolor que ya me habían provocado mucho antes de que llegases a mi vida, porque no acabo de creerme lo que me está pasando, lo que nos está pasando... Gracias, de verdad.

Y ahora, siguiendo tu recomendación, lo voy a gritar a los Diecisiete Vientos, para terminar de créermelo y para que mi vida pueda ser, de forma totalmente plena, Vida Vivida...

T E Q U I E R O

miércoles, 9 de marzo de 2011

Problemas psicológicos de adolescente... a los 28 años

Enfilando los 29 años, y aunque me cueste trabajo ausmirlo, estoy teniendo ahora los problemas psicológicos que debería de haber tenido a los 14. No lo entiendo. No me entiendo a mí misma. Pero para arreglar un problema, el primer paso es reconocerlo.

Programas de televisión con presentadoras pseudo-periodistas de cuerpos esculturales y piernas interminables, modelos de sujetadores "bra" que se contonean solas en una cama de impolutas sábanas blancas, anuncios de vaqueros que hacen que más de uno se parta las cervicales al girarse para mirar un buen culo son, entre otras muchas "especies", mis peores enemigas ahora mismo.

Comencé a tener sorebeso a los 5 años. Los kilos de más, al igual que la miopía, son algo con lo que he vivido toda mi vida. Hasta ahora, casi ningún problema, a excepción de los insultos crueles de compañeros de clase, gente estúpida, valientes viandantes con los que te cruzas por casualidad y las tiendas de moda, que no entienden que las gordas también tenemos derecho a vivir, aunque a ellos, les den ganas de quemarnos vivas en la hoguera.

Los expertos dicen que "la gran presión social sobre la delgadez que se ha vivido en los últimos años con los medios de comunicación, la publicidad y la moda, al plantear el canon de belleza y la importancia en nuestra sociedad del culto al cuerpo y la veneración a los cuerpos delgados proponiendo metas de adelgazamiento", es uno de los principales factores que empujan a dejarse llevar por la bulimia, la anorexia o cualquier otro desorden de tipo psico-alimenticio.



No creo que en mi vida haya tenido a chicos feos, poco agraciados o esperpénticos a mi lado. Me doy por satisfecha, muchas otras chicas han deseado a alguna de mis parejas en algún momento de su vida.

Y sin embargo, ahora que todo cambia, que mis parámetros, mi forma de encarar la vida, de plantearme cosas como la edad que nos separa de la persona amada, su pasado o su presente han sido superadas, justo ahora, me vuelvo paranoica con los cuerpos perfectos, casi adorándolos cada vez más y odiando y menospreciando el mío propio.

No lo entiendo. Casi siempre he sabido salir solita de los atolladeros. Y ahora, en vez no sólo de no entrar y quedarme al margen, como había logrado durante estos 28 años, me meto de lleno yo sola en la boca del lobo.

¿Dónde está mi fuerza, mi entereza, mi ánimo? ¿Dónde está mi valor? ¿Merece la pena un cambio tan radical y fuera de fecha tan sólo porque la persona a la que amo ha estado con chicas esculturales durante sus últimos 20 años de vida? Me esfuerzo en recordarme que soy la autora de mi propia vida...

Eres libre de quedarte a mi lado o salir corriendo. Eres libre de amarme por mi persona o por mi físico. Y también eres libre, por desgracia, para querer ser egoísta. Para reconcoer que nadie te ha amado como yo, pero para desear que además de todo eso que te doy y nadie te había dado en 35 años, sería perfecto si viniera envuelto en un precioso y escultural cuerpo. Pero ¿sabes? La avaricia rompe el saco.

Aquí sólo hay dos finales posibles: o me amas tal y como soy y me apoyas y me valoras, o acabarás por quedarte sin mi amor, sin mi (feo) cuerpo y con una bala en el bolsillo que te pesará toneladas el resto de tus días. Tú decides.